Hablamos de un proceso de ciberbullying cuando un niño o un adolescente es atormentado, amenazado, acosado, humillado, avergonzado se convierte en el blanco de otro niño, niña, o adolescente a través de Internet, tecnologías interactivas y digitales o teléfonos móviles. Tiene que implicar a un menor de edad en ambos lados, o por lo menos la situación tiene que haber sido instigada por un menor contra otro menor.
Las formas que el ciberbullying adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:
- Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes), datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones
- Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en una web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente…, y cargarle de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares
- Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales, etc.
- Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad
- Dar de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos, etc.
- Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que le llegan a su buzón violando su intimidad
- Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada evidenciada, suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima
- Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso
- Enviar mensajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los que se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.
![](https://www.psicologiamenssana.com/wp-content/uploads/2018/10/ciberacoso-ciberbullying.jpg)
Además de la protección, el trabajo terapéutico en el caso de las víctimas de este tipo de bullying es esencial. En ocasiones, las víctimas no saben manejar o resolver conflictos con sus pares, lo que lo hace tender al aislamiento y la evasión. Se trabaja su autoestima y afectividad. Después, se les ayuda a desarrollar estrategias que les permitan resolver conflictos y enfrentar estas situaciones de agresión de una forma más adecuada y asertiva, sin dejarse maltratar.
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