Los beneficios del amor propio
Publicado en AdiccionesAdolescenciaAdultezBlogCrecimiento personalFamiliaParejaTercera edad

Los beneficios del amor propio

Desde nuestra clínica de psicología en Cartagena queremos reflexionar acerca de los beneficios del amor propio.

Algunos creen que el amor propio es una búsqueda inútil o incluso egoísta. Otros piensan que las instancias a amarnos de la psicología son frases huecas carentes de significado. Sin embargo, lo cierto es que debemos pasar toda la vida con nosotros mismos, así que será mejor que cultivemos una buena relación con nuestro “yo”, seamos capaces de perdonarnos y nos demos ánimo en los momentos más oscuros. Todo eso se resume en el amor propio.

De hecho, las investigaciones científicas han demostrado que el amor propio es un aspecto esencial en nuestra vida: no solo mejora nuestra salud y potencia la longevidad, sino que además nos motiva a mejorar, crecer como personas y defender nuestros derechos asertivos.

Por desgracia, muchas veces la sociedad ejerce tanta presión sobre nosotros para alcanzar determinado estatus que nos concentramos demasiado en los fracasos e ignoramos las áreas en las que hemos crecido. Esa búsqueda del éxito a nivel social puede hacer que olvidemos satisfacer nuestras necesidades básicas, como la seguridad psicológica o el tiempo para nosotros mismos. El amor propio supone un cambio en las reglas del juego.

¿Qué es el amor propio?

El amor propio es un estado de aprecio por uno mismo que se alimenta de todas aquellas acciones que fomentan nuestro crecimiento físico, psicológico y espiritual. Implica tenernos en cuenta y velar por nuestro bienestar y felicidad.

Significa reconocer nuestras necesidades y preocuparnos por satisfacerlas, evitando sacrificar nuestro bienestar para complacer a los demás. También significa comprender nuestra valía como personas y estar dispuestos a protegerla. Significa no conformarnos con menos de lo que merecemos.

El amor propio es tratarnos con amabilidad, respeto y compasión. Enfocarnos en lo que nos hace bien y esforzarnos por crecer cada día. Por tanto, es un pilar esencial de nuestro equilibrio mental y apuntala nuestro bienestar emocional.

¿Para qué sirve el amor propio? Sus enormes beneficios

  • Menos estrés, más resiliencia

El estrés suele desencadenarse cuando sentimos que no estamos a la altura de los desafíos que debemos afrontar. Sin embargo, cuando nos profesamos suficiente amor propio nos sentimos más seguros de nosotros mismos, por lo que tendremos más fuerza para lidiar con esos retos y estos nos amedrentarán menos.

Además, los sentimientos negativos hacia uno mismo y los pensamientos críticos agravan el estrés. Sin embargo, cuando nos sentimos cómodos en nuestra piel suele resultarnos más fácil resolver problemas, confiamos más en nuestras capacidades y nos volvemos más resilientes ante la adversidad.

  • Más empatía y mejores relaciones

Al contrario de lo que muchos piensan, la persona con amor propio no es egoísta sino todo lo contrario: desarrolla una mayor empatía. Al verse y aceptarse tal como es, con sus fortalezas y debilidades, también puede ser más comprensiva con los errores y luchas de los demás.

El amor propio va de la mano de la compasión y el aprecio, no solo hacia uno mismo sino también hacia quienes nos rodean. Por tanto, alimentar el amor propio no es un acto narcisista sino que nos ayuda a ponernos en la piel de otra persona, refuerza los vínculos afectivos y, a la larga, suele mejorar las relaciones.

  • Mayor bienestar gracias a unos límites saludables

Un «sí» deshonesto a algo que no queremos hacer equivale a un «no» honesto a uno mismo. Muchas veces pensamos que decir “sí” a todo y estar siempre dispuestos a ayudar es una virtud. Sin embargo, una de las claves del amor propio consiste en saber a qué destinar nuestra energía y cuando es momento de decir “no”.

Como resultado, el amor propio se convierte en nuestro escudo. No solo nos permite protegernos de las personas que intentan manipularnos, sino que también es una protección contra nosotros mismos, cuando intentamos llevarnos contra las cuerdas o nos desatendemos. Por tanto, el amor propio nos ayuda a poner límites saludables para proteger nuestro bienestar.

¿Qué es tener amor propio? Amarse a uno mismo sin pasarse

A diferencia del egoísmo o el narcisismo, que implican un ensimismamiento excesivo en uno mismo, el amor propio es un rasgo positivo. De hecho, mientras el amor propio actúa como un pilar de la salud mental, el narcisismo afecta nuestro equilibrio emocional y las relaciones.

Ser egoísta o narcisista es pasarse de frenada con el amor propio. Esa persona está tan sumida en sí misma que no logra ser empática y ponerse en la piel de los demás porque piensa que el mundo gira a su alrededor. En cambio, quien tiene amor propio se quiere y prioriza, pero como al mismo tiempo se siente lo suficientemente segura y confiada, también es capaz de mantener relaciones saludables y satisfactorias con los demás.

La clave para no caer en el egoísmo pasa por equilibrar el amor que sentimos hacia otras personas, sobre todo las cercanas, con el amor que uno debería experimentar hacia sí mismo. Así no pecaremos de narcisistas, pero tampoco nos relegaremos continuamente a un segundo plano.

Por supuesto, el amor propio se puede expresar de mil maneras diferentes:

  • Hablarnos con amor y paciencia.
  • Tratarnos de manera amable y con benevolencia.
  • Priorizar nuestras necesidades.
  • Perseguir nuestros sueños.
  • Darnos un respiro de la autocrítica destructiva.
  • Confiar más en nosotros mismos.
  • Ser fieles a nuestros valores y creencias.
  • Establecer límites saludables para protegernos de entornos y personas tóxicas.
  • Perdonarnos cuando cometemos un error.
  • Escuchar nuestro cuerpo y emociones.
  • Tomarnos un descanso del trabajo para relajarnos y desconectar.
  • Cuidar nuestra salud física y mental.

Cabe aclarar que independientemente de las formas de cultivar y expresar el amor propio, este siempre debe pasar por la aceptación. Amarnos implica reconocer y abrazar nuestras luces y sombras, así como cuidarnos y esforzarnos por sacar a la luz nuestra mejor versión, pero sin someternos a un estrés dañino. El amor propio no solo abarca la manera en que nos tratamos, sino también los sentimientos que nos profesamos y los pensamientos que nos dirigimos.

El amor propio implica tener una imagen general positiva de uno mismo, pero eso no significa que nos sintamos optimistas o conformes con lo que somos o lo que hacemos todo el tiempo. Alimentar ese tipo de expectativas sería simplemente irreal y terminaría haciéndonos daño. Podemos sentirnos temporalmente molestos, enojados o decepcionados con nosotros mismos y, aun así, tener amor propio. De hecho, el amor propio es precisamente eso que nos permite perdonarnos y tomar decisiones que fomenten nuestro bienestar para seguir adelante en los momentos más difíciles. A fin de cuentas, como escribiera Oscar Wilde, “amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida”.

 

Psicólogos Cartagena

Psicología Cartagena

Crecimiento personal  Cartagena

Contacta con nosotros

Escribe lo que quieres encontrar y presiona Intro

Shopping Cart